El rectorado de la Universidad de Belgrado, la oposición política y grupos estudiantiles han acusado al Gobierno serbio de haber empleado un cañón de sonido, un dispositivo prohibido en Serbia, contra los manifestantes que el sábado participaron en una multitudinaria marcha antigubernamental.
Las autoridades han negado que emplearan una dispositivo acústico de largo alcance, que se usa en algunos países para dispersar y controlar manifestaciones mediante sonidos muy molestos que pueden provocar el pánico, informan este lunes los medios locales.
«El cañón de sonido fue utilizado sin previo aviso y sin motivo claro, lo que suscita grave preocupación por la amenaza a los derechos básicos de los ciudadanos», se afirma en una petición a la ONU firmada por casi medio millón de ciudadanos serbios.
En la petición se solicita ayuda a la ONU, al Consejo de Europa y a la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa para investigar los aspectos médicos, legales y técnicos respecto a la sospecha sobre el uso del cañón de sonido, prohibido en Serbia y otros países por sus nocivas consecuencias para la salud.
Cientos de miles de personas se concentraron el pasado sábado en Belgrado para manifestarse contra el Gobierno y contra el presidente, el populista nacionalista Aleksandar Vucic.
Según la prensa independiente, la mayor manifestación en la historia reciente de Serbia se desarrolló sin incidentes de gravedad, pese a los temores a posible violencia, vaticinada por Vucic en los últimos días.