Activistas de derechos humanos de Venezuela celebraron este sábado el Premio Nobel de la Paz 2025 otorgado a la líder opositora María Corina Machado, al considerarlo también como un respaldo y un reconocimiento a la lucha por «un cambio» en el país.
Diego Casanova, miembro del Comité por la Libertad de los Presos Políticos (Clipp), dijo a EFE que el galardón «representa un gesto también de apoyo, de solidaridad y de reconocimiento a todos esos meses, incluso ya más de un año de lucha para buscar que Venezuela retome un camino constitucional y democrático» y que, en ese sentido, las instituciones del país «se pongan al servicio del pueblo».
«Nunca han debido estar de espaldas al pueblo. Hoy, lamentablemente, las instituciones del país no están siguiendo el mandato del soberano que, en este caso, es el pueblo de Venezuela», expresó.
El activista aseguró que el pueblo venezolano ha «sufrido demasiado» y busca «tener de verdad un país de reencuentro, de justicia y de libertad para poder vivir y, por supuesto, tener dignidad».
«Es un espaldarazo también a la lucha pacífica y constitucional que hemos emprendido los venezolanos durante todo este tiempo buscando canales para salir de la situación en la que estamos, en donde no se respetan los derechos humanos y la represión es cada vez más brutal contra todos los sectores de la sociedad», agregó.
La activista Andreína Baduel también considera, según dijo a EFE, que el premio reconoce el «talante de quienes han luchado por la dignidad y la democracia en Venezuela» a través de «acciones pacíficas y en el marco de la ley» ante la que señaló como «la necesidad de un cambio».
«Es un premio que celebramos y hacemos nuestro porque, además, eso también es un acompañamiento para los venezolanos. Esto tiene que marcar un antes y un después, y sin duda alguna va a sumar a muchas causas, como la de los presos políticos», añadió.