La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) proyecta acabar 2025 con 3.900 millones de dólares en fondos disponibles, cifra que supone un descenso del 25 % con respecto a 2024 y está próxima a los niveles de 2015, cuando el número de desplazados en el mundo era la mitad del actual, reconoció su director de relaciones exteriores, Dominique Hyde.
En una rueda de prensa donde presentó la campaña invernal de la agencia, que busca recaudar 35 millones de dólares para ayudar a refugiados y desplazados en zonas de crisis y conflicto ahora que las temperaturas bajan en el hemisferio norte, Hyde detalló que la contribución del mayor donante, Estados Unidos, ha bajado de los 2.100 millones de 2024 a 800 millones en 2025.
«Pero el drástico recorte de fondos no sólo se debe a Estados Unidos, ya que también se ha reducido la asistencia desde países como Alemania, Francia o Reino Unido», subrayó el responsable de ACNUR.
Hyde añadió que en esta crisis que afecta a numerosas agencias del sistema multilateral, y que les ha obligado en muchos casos a drásticos recortes de personal, ACNUR está intentando adoptar mayor «flexibilidad» a la hora de buscar recursos.
En este sentido destacó la importancia de las donaciones individuales, con 3,2 millones de personas que muestran cada año su solidaridad con este tipo de contribuciones.
«Estas donaciones van en aumento mientras las de los gobiernos bajan, y en su mayoría provienen de España, China, Japón, Corea del Sur, Suecia y Alemania», aseguró en la rueda de prensa.
EFE












