El supertanquero petrolero Kelly, con bandera panameña, regresó a aguas venezolanas tras una nueva ronda de intercepciones de buques por parte de Estados Unidos, según reportó TankerTrackers.com. La nave había salido recientemente de Venezuela cargada con crudo, pero cambió de rumbo en medio del aumento de la presión marítima estadounidense.
La Guardia Costera de Estados Unidos interceptó el sábado al buque Centuries, que transportaba cerca de 1,9 millones de barriles de crudo pesado Merey, mientras sigue de cerca a otra embarcación vacía que se dirigía al país sudamericano. Ambas operaciones forman parte de un refuerzo en la vigilancia sobre el comercio petrolero venezolano.
Fuentes señalaron que Kelly y Centuries zarparon casi simultáneamente la semana pasada, escoltados por la Armada venezolana. Actualmente, Kelly permanece completamente cargado cerca del puerto de Amuay, una de las principales instalaciones operadas por la estatal PDVSA, mientras otros buques esperan instrucciones.
El endurecimiento de las medidas se da tras el anuncio del presidente estadounidense Donald Trump de un “bloqueo” a embarcaciones sancionadas que entren o salgan de Venezuela, con el objetivo de aumentar la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro. En paralelo, autoridades de Guyana y Panamá han denunciado el uso de banderas falsas y el incumplimiento de normas marítimas por parte de algunos de los buques involucrados.
Con información de REUTERS














