Un niño dañó el pasado lunes un cuadro del artista estadounidense Mark Rothko exhibido en el museo Boijmans van Beuningen en Róterdam (Países Bajos) y valorado en 50 millones de euros, según informó el diario neerlandés Algemeen Dagblad (AD).
Según explicaron este miércoles fuentes del museo a EFE, la obra sufrió daños después de que el niño lo tocase mientras estaba expuesto, lo que causó «pequeños arañazos en la capa de pintura sin barnizar de la parte inferior del cuadro».
Además, según explicaron, actualmente se están buscando expertos de conservación en los Países Bajos y extranjero y se están investigando los pasos para realizar el tratamiento del cuadro, por lo que aún no se han iniciado los trabajos de restauración.
«Esperamos que la obra pueda volver a exponerse en el futuro», dijeron.
El Boijmans Van Beuningen no facilitó información sobre los posibles costes asociados a la conservación de la obra y afirmó que no difundirá imágenes de los daños.
El incidente se produjo en un «momento de descuido», según indicó un portavoz del museo a la emisora local RTV Rijnmond.
La obra abstracta fue adquirida por Boijmans en 1970 y es uno de los dos cuadros de Rothko que forman parte de colecciones neerlandesas del museo y una de sus piezas más valiosas, con un valor estimado de entre 40 y 50 millones de euros.
Mark Rothko (1903-1970), uno de los máximos representantes del expresionismo abstracto, destacó por su pintura de los campos de color y dedicó su carrera a expresar emociones universales, como el éxtasis o la tragedia.
La responsable de conservación de la Fine Art Restoration Company, Sophie McAloone, señaló en declaraciones a la BBC que las pinturas «modernas sin barnizar», como este «Grey, Orange on Maroon, No. 8» (Gris, naranja sobre granate, Nº8), son «especialmente susceptibles a sufrir daños».
Indicó que esto se debe a «una combinación de sus complejos materiales modernos, la falta de una capa de barniz tradicional y la intensidad de los campos de color planos, que hacen que incluso las zonas más pequeñas de daño sean perceptibles al instante».
«En este caso, el rayado de las capas superiores de pintura puede tener un impacto significativo en la experiencia visual de la obra», dijo McAloone.
Además, según afirmaron algunos expertos, restaurar una obra de este artista es un trabajo difícil debido a que «la mezcla de pigmentos, resinas y colas de Rothko era bastante compleja», y al hecho de que el cuadro no está barnizado.
Curiosamente, no es la primera vez que un cuadro del artista sufre un incidente, ya que en 2012 la obra de Rothko de 1958 «Negro sobre granate» fue dañado en un acto de vandalismo de Wlodzimierz Umaniec en la galería Tate Modern (Londres).
Los conservadores estuvieron 18 meses reparando el cuadro y el responsable fue condenado a dos años de prisión, aunque posteriormente pidió disculpas por sus actos.
EFE