La ciencia y la mística se han unido para reconstruir el rostro original de Santa Teresa de Jesús cuando tenía alrededor de 50 años: armónico, sereno y dulce, plasmado en un busto de terracota que fue presentado este viernes al mundo de forma simultánea desde Alba de Tormes, en Salamanca (noroeste de España), Italia y Australia.
La australiana Jennifer Mann, profesora en la Monash University de su país, ha modelado la que hasta ahora es «la representación más exacta» de cómo era Santa Teresa, y lo ha hecho a partir de los datos obtenidos con la apertura del sepulcro de la mística española, un proyecto iniciado en 2024 para conocer más a la santa, de la que este viernes se cumplen los 510 años de su nacimiento.
«He conjugado armónicamente todas las fuentes de datos que tenía sobre el rostro comenzando por medidas antropomórficas e imágenes de las radiografías, pero también un retrato pictórico de la santa y una descripción de la madre María de San José, que convivió con ella», explicó Mann desde Australia.
Ha sido a través de un vídeo proyectado en una ceremonia pública en la Basílica de la Asunción de Alba de Tormes, donde se custodia el cuerpo, el corazón y el brazo izquierdo de la santa que falleció en este convento de madres carmelitas en octubre de 1582.
La reconstrucción en un busto del rostro de Santa Teresa se ha hecho con su velo, toca y hábito, inspirados en pinturas de la época.
«Ciencia, fe y devoción se han unido en torno a la santa, para lograr un testimonio físico y un reflejo del alma de la santa, con ciencia y mística se ha logrado una ‘vera efigie’ de cuando tenía en torno a los 50 años y estaba en plenitud humana y espiritual», dijo el prior de los carmelitas descalzos de Salamanca, Miguel Ángel González.
«Ojos negros, vivos y redondos, muy bien puestos»
La exhaustiva descripción que dejó escrita la madre María de San José ha sido fundamental para este trabajo: «Tuvo en su mocedad fama de muy hermosa y hasta su última edad mostraba serlo; era su rostro no nada común sino extraordinario, y de suerte que no se puede decir redondo ni aguileño, los tercios de él iguales, la frente ancha e igual, y muy hermosa».
Y prosigue: «Las cejas de color rubio oscuro con poca semejanza de negro, anchas y algo arqueadas; los ojos negros, vivos y redondos, no muy grandes, mas muy bien puestos; la nariz redonda y en derecho de los lagrimales».
La reconstrucción del rostro es uno de los frutos de un estudio hecho en Australia a partir de sus restos mortales momificados por el antropólogo italiano Luigi Capasso, que a principios de esta semana hizo las primeras revelaciones de su estudio y adelantaba que Santa Teresa de Jesús tenía el pelo castaño, ojos oscuros, rostro sereno y pequeña estatura.
«Manifiesta profundidad, manifiesta serenidad interior, transmite paz; un rostro, por lo tanto, que nos acerca a lo profundo de nosotros mismos, a lo íntimo del alma, a la interior morada, como ella diría, y un rostro a la vez que nos invita al encuentro con los demás. En su rostro refleja estas dos facetas, el encuentro íntimo con Dios y la relación extrovertida con los demás», describió González. EFE