El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció este jueves nuevas sanciones contra dos empresas chinas de terminales y almacenamiento de petróleo, acusadas de facilitar la importación de millones de barriles de crudo iraní, en el marco de la estrategia de “máxima presión” contra Teherán.
Las compañías designadas son Qingdao Port Haiye Dongjiakou Oil Products Co., Ltd. (DJK Oil Products), ubicada en la provincia de Shandong, y Yangshan Shengang International Petroleum Storage and Transportation Co., Ltd. (Yangshan Shengang), en la provincia de Zhejiang. Ambas, según Washington, han operado como puntos clave de entrada del petróleo iraní a China a través de buques sancionados por EE.UU.
De acuerdo con el comunicado, DJK Oil Products habría recibido al menos 65 millones de barriles de crudo iraní desde diciembre de 2024, transportados por la llamada flota fantasma y comercializados por la Compañía Nacional de Petróleo de Irán (NIOC), también sancionada por Estados Unidos.
En el caso de Yangshan Shengang, se documentaron al menos seis cargamentos entre abril de 2024 y marzo de 2025, equivalentes a más de cuatro millones de barriles de petróleo iraní, además de múltiples operaciones con buques previamente incluidos en la lista de sanciones del Tesoro estadounidense.
El Departamento de Estado señaló que estas medidas buscan cortar las fuentes de financiamiento que permiten al régimen iraní “apoyar el terrorismo en el extranjero y reprimir a su propio pueblo”, así como frenar el avance de su programa nuclear.
Las sanciones bloquean todos los bienes e intereses de las empresas señaladas que se encuentren bajo jurisdicción de EE.UU., prohíben a ciudadanos y compañías estadounidenses realizar transacciones con ellas y obligan a reportar cualquier relación financiera al Departamento del Tesoro.
Washington subrayó que el objetivo de estas sanciones no es únicamente punitivo: “La meta final no es castigar, sino lograr un cambio positivo en el comportamiento del régimen iraní”, indicó el comunicado.