La líder venezolana y Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, publicó este martes el «Manifiesto de la Libertad«, un documento que recoge la visión de la nueva Venezuela que se reconstruirá basada en la dignidad humana, la libertad individual y el restablecimiento del orden democrático.
Inspirado en principios republicanos y liberales, el texto reivindica derechos fundamentales como la libertad de expresión, el voto y la propiedad privada, y traza una hoja de ruta para la reconstrucción institucional, económica y moral del país. También hace un llamado al retorno de los migrantes, la justicia para las víctimas de crímenes de lesa humanidad y la reintegración de Venezuela a la comunidad internacional democrática.
A continuación, el texto íntegro del manifiesto:
MANIFIESTO DE LIBERTAD
PREÁMBULO
Es el deber sagrado de los venezolanos valientes alzarnos cuando nuestras voces han sido silenciadas, nuestra dignidad negada y nuestra libertad encadenada por la tiranía.
Nosotros, los ciudadanos de Venezuela, no apelamos al poder ni al privilegio, sino a los derechos eternos que han sido otorgados a todo ser humano. De este fundamento nace la verdad: ningún gobernante, facción o fuerza tiránica puede dictar lo que es nuestro por derecho: la libertad.
La dignidad es el catalizador que elevará nuevamente los corazones y las mentes de los venezolanos. Inspirará la esperanza y creará un nuevo mundo donde nuestro pueblo se alzará desde esta oscura era de opresión con una sola misión inquebrantable: la libertad.
Porque en una república libre el único soberano es el pueblo; porque nuestra soberanía popular y nacional es inalienable, y porque los venezolanos sabemos que la libertad debe defenderse cada día, no hay lugar para el miedo.
Por todo ello, volveremos a levantar una sociedad libre, en la cual el gobierno sirva a sus ciudadanos, y el propósito supremo del Estado sea salvaguardar los derechos naturales de todos los venezolanos.
Ha llegado la hora de que cada familia venezolana vuelva a estar unida, por siempre, en su propia tierra.
EL PORVENIR PERTENECE A LOS VALIENTES
Estamos en el umbral de una nueva era, una en la que nuestros derechos naturales prevalecerán. El largo y violento abuso de poder de este régimen está llegando a su fin.
Una nueva Venezuela emerge de las cenizas, renovada en espíritu y unida en propósito, como un ave fénix renacida: feroz, radiante e imparable.
Alcanzaremos plenamente nuestro potencial, porque la Tierra de Gracia protegerá nuestros derechos inalienables de futuras tiranías, dictaduras y déspotas.
Nuestra libertad individual alcanzará su plenitud en una Venezuela en la que brille la libertad.
LA DIGNIDAD ES NUESTRO PRINCIPIO RECTOR
Sostenemos que la dignidad de toda alma humana es sagrada: el primer principio del cual emana toda libertad. La voluntad de trabajar, crear y contribuir al bien común nace de la dignidad.
El valor propio del individuo crece con la productividad; eleva el espíritu humano y, a su vez, fortalece a toda la comunidad.
Que la dignidad sea la fuerza motriz de nuestra revitalización nacional: la fuerza que establezca un mercado libre de ideas y de empresa, que promueva el desarrollo pleno de cada persona y que limite la autoridad del Estado a su función legítima: la de ser el firme guardián de nuestros derechos inalienables.
TODO VENEZOLANO NACE LIBRE
La libertad no es un privilegio concedido por el gobierno, sino un derecho inherente a la naturaleza misma de nuestra humanidad.
Todo venezolano nace con derechos inalienables otorgados por nuestro Creador, no por los hombres. Ningún régimen, sistema político o tiranía tiene el poder de arrebatarnos lo que es divinamente nuestro: el derecho a vivir con dignidad, hablar con libertad, crear, soñar y prosperar como individuos.
REGENERAR LA ECONOMÍA DE UN PUEBLO LIBRE
Una Venezuela renovada garantizará el derecho a la propiedad y a recuperar lo que fue robado. La propiedad no es privilegio de una élite; es un derecho fundamental; es la manifestación física del trabajo y la creatividad de una vida entera.
En lugar de interferir indebidamente, el gobierno creará las condiciones para que florezca una economía libre y competitiva. La prosperidad de Venezuela depende de la libertad de sus ciudadanos. La historia ha demostrado que cuando el Estado impone su pesada mano sobre el mercado, sofoca el espíritu humano que da genuina vitalidad al crecimiento.
Es hora de devolver el poder al pueblo, a los ciudadanos, al sector privado.
Despertaremos una economía capaz de triplicar su fuerza en una década, liberando las empresas estatales y devolviendo la explotación de nuestros sectores petrolero y gasífero al ingenio de hombres y mujeres libres.
La riqueza de Venezuela nunca más volverá a concentrarse en manos de un solo poder centralizado. Imaginemos una nueva Venezuela líder del hemisferio occidental, convertida en el principal centro energético del mundo: símbolo de independencia e innovación.
Una nueva era de ingenio en un mercado abierto de ideas que catapulte a la próxima generación de líderes en todos los sectores: agroindustria de alta tecnología, turismo ecológico, fintech, inteligencia artificial, robótica, minerales estratégicos y defensa.
Una nación donde cada ciudadano pueda comerciar sin restricciones, pensar libremente y recibir justa compensación por sus invenciones y frutos de su trabajo. Tal es la promesa de un pueblo autosuficiente: libre para construir, prosperar y liderar.
Recordemos lo que la historia nos comprueba: cuando las personas prosperan como consecuencia de su trabajo, todos los demás derechos humanos vienen dados como consecuencia.
LIBERTAD DE EXPRESIÓN
El derecho a decir la verdad es la piedra angular de toda libertad. Cuando las voces son silenciadas, la corrupción se arraiga y la justicia desaparece.
Venezuela debe recuperar su voz en cada pueblo, aula, redacción y espacio digital. El pueblo debe poder hablar sin miedo a la persecución, la censura o la represalia.
El progreso de Venezuela en esta nueva era depende enteramente del libre intercambio de ideas y del valor de expresarlas.
DERECHO AL VOTO
La urna electoral es la defensa del pueblo frente a la opresión. Es sagrada.
Todo venezolano debe tener derecho a votar con seguridad y sin manipulación alguna.
Nuestro voto es nuestra voz colectiva. La voluntad del pueblo debe reflejarse en las elecciones, no el poder de unos pocos.
Que las elecciones venezolanas vuelvan a ser símbolo de honor, no de opresión.
LIBERTAD DE REUNIÓN
Las calles son del pueblo, no del poder ilegítimo. El latido de la democracia es el derecho a reunirse, a protestar y exigir. La protesta pacífica cívica no amenaza al país: lo fortalece.
El renacer de Venezuela empezará cuando podamos volver a encontrarnos, marchar sin temor y ondear juntos las banderas de la esperanza.
DERECHO A LA SEGURIDAD
Todo individuo tiene derecho a proteger su vida, su familia, su propiedad y su libertad. Ninguna sociedad democrática puede perdurar si sus ciudadanos no pueden resistir la opresión o la violencia.
El pueblo de Venezuela merece un gobierno elegido legítimamente, con la voluntad y la capacidad de garantizar la seguridad de cada ciudadano.
El futuro de Venezuela exige restaurar la confianza entre el Estado y sus ciudadanos. Esto se logrará promoviendo la defensa legítima, la cultura del respeto mutuo, la responsabilidad y la paz.
Reformaremos nuestras fuerzas armadas y policiales para que su misión, propósito sagrado y deber constitucional sea defender al pueblo de Venezuela y su territorio.
RETORNO A CASA
Nueve millones de venezolanos se han visto forzados a huir de su tierra, dejando atrás familias, amigos y sueños rotos.
Los traeremos de vuelta. Restituiremos su derecho y su libertad de regresar, de volver a su tierra natal. Cada venezolano debe recuperar a su familia, su hogar y su futuro.
CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD
El clamor de los asesinados, torturados y desaparecidos ha resonado sin respuesta durante demasiado tiempo.
Desde que Maduro asumió el poder, más de 18.000 presos políticos han sufrido. Cada uno es testimonio de la brutalidad del régimen.
Son vidas humanas: nuestros amigos, familias, colegas y compañeros.
El mundo no puede darles la espalda. El régimen criminal debe rendir cuentas.
Venezuela solo se levantará plenamente cuando quienes cometieron crímenes de lesa humanidad sean juzgados por la ley y por la historia.
LA EDUCACIÓN DEBE LEVANTARSE NUEVAMENTE
Las escuelas y universidades de Venezuela deben volver a ser el núcleo de la indagación, el conocimiento y el orgullo: la fuerza que impulsa el progreso. Las aulas de una nación son la fuente de su futuro.
Debemos empoderar a nuestros hijos para que sean una nación de líderes, innovadores y pensadores, invirtiendo en nuestros educadores, en la tecnología, la innovación y la verdad.
Las escuelas y universidades del mañana dejarán atrás, para siempre, la cultura de la corrupción.
Las familias, como primera comunidad, son la base de toda educación, inculcando valores, cultivando las virtudes y ofreciendo con su ejemplo cotidiano la formación de ciudadanos honorables.
PROTEGER LA TIERRA VENEZOLANA
La destrucción de la Amazonía venezolana no es solo una catástrofe ambiental, sino también moral.
La devastación irreparable de nuestras selvas, ríos y biodiversidad priva a nuestros hijos y nietos de su legítimo patrimonio.
Una Venezuela libre también debe proteger su tierra y sus extraordinarias riquezas naturales.
EL REGRESO A LA COMUNIDAD DE NACIONES DEMOCRÁTICAS
Venezuela se fortalecerá mediante la cooperación y la colaboración internacional.
Esperamos el día de volver al escenario global con transparencia, integridad y propósito.
Debemos restablecer alianzas basadas en la prosperidad compartida, la defensa de la democracia,
la protección ambiental, el comercio y los derechos humanos.
Nos convertiremos en pilar de seguridad democrática y energética en el hemisferio occidental,
y en promotor inquebrantable de la libertad en el mundo.
María Corina Machado
Caracas, Noviembre 9, 2025













