Al cumplirse un año del secuestro en Venezuela del gendarme argentino Nahuel Gallo, el Gobierno del presidente Javier Milei emitió un comunicado conjunto de la Cancillería y el Ministerio de Seguridad en el que expresó su “enérgico rechazo” a lo que calificó como un hecho injusto e incompatible con el derecho internacional.
El texto oficial señala que Gallo, cabo primero de la Gendarmería Nacional, permanece detenido en Venezuela sin garantías judiciales ni acceso a sus familiares, lo que constituye una detención arbitraria e injustificada y un claro caso de desaparición forzada.
Argentina recordó que ha denunciado reiteradamente esta situación en distintos foros internacionales y que ha coordinado múltiples esfuerzos diplomáticos para lograr su liberación. El caso ha sido presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), solicitando medidas cautelares urgentes; ante la Corte Penal Internacional (CPI), por detención arbitraria y desaparición forzada; y ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, por constituir una violación flagrante de los derechos humanos de Gallo.
“La permanencia del gendarme argentino en esta inaceptable situación constituye una flagrante violación del derecho internacional”, subraya el comunicado.
El Gobierno argentino aseguró que seguirá acompañando a los familiares de Nahuel Gallo en esta “aciaga circunstancia” y ratificó que no cesará en sus esfuerzos por su liberación y pronta restitución al país.













