El papa Francisco, que sigue convaleciente por sus problemas de salud, apareció sin que estuviera previsto ante los fieles en la Plaza de San Pedro del Vaticano, al término de la misa del Domingo de Ramos.
El pontífice, de 88 años, apareció en la silla de rueda y sin las cánulas nasales para el oxígeno y quiso saludar a los fieles tras la celebración que marca el inicio de la Semana Santa.
«Buen Domingo de Ramos, buena Semana Santa», dijo brevemente en el altar central de la plaza, donde saludó al cardenal argentino Leonardo Sandri, en el que el papa delegó para que presidiera la misa del Domingo de Ramos.
Francisco paseó entre los fieles y se detuvo a intercambiar algunas palabras con un grupo de monjas que le dieron mensajes de ánimo, así como saludó a varios niños, con los que mostró gestos de complicidad, mientras se oían gritos de ‘Viva’ el papa.
«Al final de la misa, el papa Francisco se unió a los peregrinos y fieles en la plaza y les deseó lo mejor para el Domingo de Ramos y el comienzo de la Semana Santa», indicó el Vaticano en un comunicado.
Añadió que el pontífice, «luego, de regreso a la Basílica, se detuvo en oración ante la tumba del Apóstol y frente al monumento dedicado a Benedicto XV».
Se trata de la última aparición por «sorpresa» del pontífice durante su convalecencia en su residencia de la Casa Santa Marta, desde que el pasado 23 de marzo salió del hospital Gemelli de Roma después de 38 días ingresado por una neumonía bilateral y otros problemas respiratorios
Con información de EFE