Los chilenos definirán en las primarias de este domingo al candidato que representará al progresismo en las presidenciales de noviembre, donde se enfrentará a un conservadurismo que lidera todas las encuestas y que por primera vez incluye a dos aspirantes ultraderechistas.
La socialdemócrata Carolina Tohá y la comunista Jeannette Jara parten como las grandes favoritas, pero el representante de la nueva izquierda Gonzalo Winter y el ecologista Jaime Mulet también tratarán de convencer a un electorado desafecto a la política y que tiene la inseguridad y la economía como principales prioridades.
“Más que unas primarias, yo hablaría de unas ‘antiprimarias’ porque han tenido un tono confrontacional, no necesariamente entre candidaturas, sino más bien en torno a la pregunta de quién podría enfrentar el aparente triunfo de la derecha (en las presidenciales)”, señala a EFE el académico de la Universidad de Santiago Raúl Egueta.
A continuación, las claves de unas elecciones con voto voluntario, en las que el oficialismo busca convocar a las urnas a cerca de 2 millones de votantes tras una campaña donde se han evidenciado las diferencias entre los representantes de los ocho partidos integrantes de la amplia coalición con la que gobierna el presidente Gabriel Boric.
Los candidatos
Avalada por la experiencia de una larga trayectoria política y resaltando el valor de su perfil moderado, la exministra de Interior de Boric y representante del Partido por la Democracia, el Partido Socialista, el Partido Liberal y el Partido Radical, Carolina Tohá, inició la campaña con una clara ventaja en los sondeos.
Sin embargo, la estrategia de apelar a factores identitarios y emocionales sumado a un carisma que recuerda al de la expresidenta Michelle Bachelet han hecho que Jeannette Jara, carta del Partido Comunista y Acción Humanista y exministra de Trabajo de Boric, haya ganado un mayor apoyo.
De traducirse ese apoyo en victoria, la convertiría en la primera comunista desde el retorno a la democracia en ser la candidata a las presidenciales de toda la izquierda chilena.
El diputado Gonzalo Winter, representante del Frente Amplio -partido de Boric-, se ha definido como intermediario entre la centro-izquierda tradicional y la más extrema, mientras que el también diputado Jaime Mulet, de la Federación Regionalista Verde Social, ha buscado resaltar su inclinación regionalista y ecologista.
Quien conquiste al electorado se disputará la papeleta presidencial contra Evelyn Matthei, de la derecha tradicional (Chile Vamos), y los ultraderechistas José Antonio Kast (Partido Republicano) y Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario), que han decidido no celebrar primarias e ir directos a la primera vuelta de las presidenciales.
Inseguridad y economía
La inseguridad y el crecimiento económico son las dos grandes preocupaciones ciudadanas y han sido los temas protagonistas de la campaña.
“La izquierda ha hecho un esfuerzo un poco incómodo de subirse al carro de agendas que están más asociadas a la derecha”, explica a EFE la académica de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile Claudia Heiss, quien subraya que la “capitalización” de estas temáticas por parte del conservadurismo es lo que lo ha posicionado como favorito para las presidenciales.
Los programas presentados por los candidatos oficialistas para abordar los desafíos en estos ámbitos pueden haber sido, según los expertos, poco convincentes por carecer de “viabilidad” en el Congreso, donde previsiblemente siga siendo mayoría la derecha, un obstáculo con el que también se ha topado el Gobierno actual.
Escenarios de futuro
“Si gana Tohá o gana Jara, los escenarios de futuro que se presentan son súper diferentes”, avanza a EFE la académica de la Universidad Diego Portales e investigadora del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social Nerea Palma.
Tohá sería una mejor opción frente a la derecha por su capacidad de “apelar al voto de centro mejor que Jara y Winter”, argumenta Palma, aunque podría tener dificultades para aunar al resto de partidos porque “su sector ha sido muy duro con la izquierda”, añade Heiss.
“Jara ha tenido una actitud mucho más conciliadora y convocante, pero hay gente que no está dispuesta a votar por un comunista bajo ninguna circunstancia”, apunta la politóloga, algo que ha abierto el debate sobre una posible renuncia de la candidata a la militancia en su partido en caso de ganar.
Quien triunfe, pronostica Heiss, deberá “concitar una mayoría amplia y generar acuerdos y diálogo” en un contexto, concluye Egueta, donde “surgen fuertemente las dudas de qué tan perdurable será esta alianza cuando no está el botín del Gobierno de por medio”. EFE