Los ingresos y la residencia del príncipe Andrés, desposeído de sus títulos la pasada semana por su hermano, el rey Carlos III, continúan estando bajo intenso escrutinio de la prensa británica, que este viernes detalla posibles nuevas irregularidades o cuestiones opacas en sus actividades.
Por un lado, la BBC, que cita documentos judiciales a los que ha tenido acceso, asegura hoy que Andrés recibió al menos 60.500 libras (unos 70.000 euros) del empresario británico Adrian Gleave, vinculado a un fondo «que defraudó a pensionistas».
Esto sucedió en 2019, poco después de que se dieran a conocer sus estrechos vínculos con el pederasta estadounidense Jeffrey Epstein.
La BBC recuerda que las finanzas de Andrés siguen siendo «opacas» y que él no ha querido comentar el caso con la emisora pública.
Por su parte, el rotativo The Times vuelve hoy sobre el caso de su residencia, la mansión conocida como Royal Lodge y por la que no ha pagado alquiler en los últimos 20 años.
Según el diario, el contrato de alquiler fue redactado «para esconder el hecho de que no pagaba renta» mediante una modalidad legal pero infrecuente.
El contrato, del que el diario publica varios extractos, estipula que el alquiler es de «un grano de pimienta (si se exige)» al año desde 2003, aunque una versión más corta entregada al Registro de la Propiedad omitía incluso el monto de la renta, y el diario se pregunta «cómo se le permitió hacerlo dado su papel público».
El diario Daily Telegraph va más lejos y asegura que Andrés ya está en conversaciones con la Casa Real para abandonar esa controvertida residencia de 30 habitaciones.
Según sus fuentes, esta negociación versa sobre la que podría ser su nueva residencia y la «compensación» exigida por contrato por abandonar esa mansión, sobre la que tiene el arrandamiento hasta 2078.
El mismo diario asegura que el rey Carlos ve esta residencia del Royal Lodge, en los terrenos del castillo de Windsor, a unos 40 kilómetros de Londres, como destinada a la reina Camila en el caso de que el rey falleciera y ella quedara viuda.
Entre los símbolos que muestran la caída en desgracia de Andrés, hoy se supo que su estandarte ha sido retirado del castillo de Windsor, donde figuraba al lado de las banderas de los demás miembros de la Casa Real.
El último título que le queda a Andrés es el de «príncipe», que no puede perder por tenerlo de nacimiento, salvo por una decisión expresa de su hermano el rey.
EFE












