La ola de calor extremo que vive Italia, con temperaturas de hasta 39 °C en 18 ciudades, está saturando los servicios de urgencias hospitalarios en todo el país, con un aumento de los ingresos que oscila entre un 5% y un 20%, además de incrementar el riesgo de las franjas de población más vulnerables.
El Ministerio de Sanidad ha emitido en 18 ciudades, entre ellas Roma, Milán, Bolonia, Verona y Palermo, una alerta roja o de máximo nivel, con picos por encima de los 40 °C en Florencia, Latina y Brescia.
«Actualmente registramos un incremento en los primeros auxilios del 5% al 20% en las entradas», según el presidente de la Sociedad Italiana de Medicina de Urgencias y Emergencias (SIMEU), Alessandro Riccardi.
Las mayores concentraciones se observan en las ciudades más calurosas y en las zonas turísticas, con «un alto porcentaje de personas con múltiples patologías, pacientes crónicos y ancianos, pues las olas de calor pueden agravar enfermedades preexistentes y provocar manifestaciones agudas», añadió a la agencia Ansa.
Según Riccardi, “los trastornos directamente relacionados con las altas temperaturas, como insolaciones, golpes de calor y síncopes, están presentes pero no en gran número”, aunque en las ciudades la situación “requiere una vigilancia más estricta, porque el impacto en las urgencias es mayor».
Además de las enfermedades directamente relacionadas con el calor, se ha incrementado la hospitalización de personas mayores solas o sin hogar que buscan refugio en los servicios de urgencias, incluso sin padecer una patología aguda, los denominados “ingresos sociales”.
«El servicio de urgencias sigue siendo también un punto de referencia social y representa, en cierto sentido, un reflejo de la realidad circundante, la que está fuera de los hospitales», explicó el presidente del SIMEU, que alertó de que esta situación agrava la ya precaria disponibilidad de camas hospitalarias y las largas esperas en urgencias.
En la región de Véneto un obrero se encuentra en coma tras caer en una zanja junto a un compañero por un desmayo provocado por la inhalación de gases debido al calor, según los medios locales.
El accidente llega después de que varias regiones italianas, entre las que no figura Véneto, emitieran una ordenanza en la que se prohíbe a partir de este martes trabajar al aire libre en las horas con temperaturas más altas, desde las 12.30 hora local a las 16.00.
Lacio, cuya capital es Roma, fue la primera en suspender las actividades en obras de construcción, campos y viveros y ahora la han seguido otras como Lombardia, Emilia Romaña, Sicilia, Apulia, Umbría, Toscana, Abruzos, Campania y Calabria, con una medida durará hasta finales de agosto o principios de septiembre según las regiones.
EFE