Nuevos detalles publicados por The Wall Street Journal describen la dramática travesía marítima que vivió María Corina Machado durante su salida clandestina de Venezuela rumbo a Oslo, donde recibiría el Premio Nobel de la Paz.
Según el reportaje, la líder venezolana estuvo tres horas a la deriva en el Golfo de Venezuela después de que el GPS de la embarcación cayera al agua en medio de un fuerte oleaje en el mar.
La escena, narrada por el The Wall Street Journal ocurrió en la madrugada del martes. En medio de la lluvia y la oscuridad total del Caribe, un hombre gritó “¡María!” mientras dos embarcaciones eran sacudidas por olas de más de tres metros.
En el bote más pequeño los tripulantes levantaban celulares como bengalas improvisadas. Desde la otra embarcación, más grande, una figura con chaqueta gruesa y gorra negra respondió:
“It’s me, María.” Era Machado, exhausta tras la parte más peligrosa de su escape.
El GPS cayó al mar y el plan casi fracasa
La lancha en la que viajaba perdió su GPS principal cuando cayó al agua por el oleaje, y el equipo de respaldo también falló. Sin navegación, el grupo quedó a la deriva durante tres horas, desviándose 25 millas del punto de encuentro acordado con el equipo de extracción.
El retraso desató una búsqueda contrarreloj en aguas consideradas extremadamente peligrosas, tanto por las condiciones climáticas como por la presencia de fuerzas militares venezolanas y estadounidenses.
El operativo estuvo dirigido por Bryan Stern, un veterano de combate estadounidense y fundador de la organización Grey Bull, especializada en evacuaciones de alto riesgo.
Cuando finalmente logró localizar la lancha, subió a Machado a bordo, le dio agua, Gatorade, comida y un suéter seco, y avisó a su equipo con un mensaje codificado: “Jackpot, jackpot, jackpot.”
En un video de prueba de vida enviado a autoridades estadounidenses, Machado aparece intentando mantener el equilibrio mientras el bote se sacude: “Mi nombre es María Corina Machado. Estoy viva, a salvo y muy agradecida.”
The Wall Street Journal detalla que la misión —bautizada Operación Golden Dynamite— involucró a más de tres docenas de personas y se desarrolló durante tres días, con coordinación constante entre Stern y altos oficiales militares de EE.UU., según los registros revisados por el medio.
Tras el rescate, Machado fue llevada a Curazao, donde permaneció solo unas horas antes de abordar un jet privado enviado desde Miami. Llegó a Oslo el miércoles después de la ceremonia en la que su hija recibió el Nobel en su nombre.
En su primer discurso público tras el escape, Machado calificó la operación como “un milagro”.













