En medio de una creciente purga dentro del Ministerio Público, el fiscal general chavista Tarek William Saab informó la noche del jueves 11 de septiembre la detención de Ygnacio José López Arias, exfiscal segundo de Ambiente del estado Sucre, acusado de extorsión.
A través de sus redes sociales, Saab indicó que López Arias fue denunciado por una víctima a la que habría exigido dinero a cambio de resolverle un caso. “Se encuentra incurso en delitos tipificados en la Ley contra la Corrupción y, tras ser imputado, quedará privado de libertad”, aseguró.
Ola de arrestos
La captura de López Arias se suma a una serie de detenciones de fiscales y operadores judiciales vinculados al entorno del propio fiscal general, que han sido reportadas en los últimos días.
El exfiscal Zair Mundaray denunció que se trata de una “lucha interna de mafias en el poder”, en la que distintos sectores del chavismo se disputan el control del aparato judicial y represivo.
Entre los arrestados figura Farik Mora Salcedo, uno de los fiscales con mayor responsabilidad en crímenes de lesa humanidad, torturas, desapariciones y encarcelamientos arbitrarios. Mora, sancionado por Estados Unidos y señalado ante instancias internacionales, “cayó en desgracia” por presuntos hechos de extorsión y por haber manifestado aspiraciones de sustituir a Saab en la Fiscalía General.
Asimismo, fue detenida Bárbara Rojas, asistente de la presidenta de la Sala Penal del TSJ, Elsa Gómez, arrestada por el SEBIN en el aeropuerto de Maiquetía. Rojas habría sido la encargada de instruir a jueces sobre a quién encarcelar o liberar, en coordinación con Mora.
Otros arrestos incluyen a Orlando Peña, señalado como “el encargado de dirigir todos los casos de terrorismo” usados para encarcelar a miles de venezolanos, y a Patricia del Valle Marcano, presidenta del circuito judicial de Nueva Esparta.
Saab intenta mantener control
En paralelo, el propio Ministerio Público informó el miércoles 10 de septiembre la “imputación y judicialización” de 14 fiscales en Carabobo, incluido el exdirector de esa entidad. Saab defendió la operación como un “histórico precedente en el hemisferio occidental” y aseguró que busca garantizar la transparencia y la integridad del sistema de justicia.
Sin embargo, para críticos como Mundaray, estas acciones no serían más que un reflejo de la guerra interna en la cúpula chavista, donde facciones enfrentadas se disputan poder e impunidad dentro del sistema judicial.